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viernes, 29 de julio de 2011

Imperativos de urgencia

Déjame que muerda tus horas arrancando tres cuartos de cada una,
que los segundos exploten en mi boca con ese sabor “azulintenso” de los finales.

Dame una sola oportunidad de acercarme a ti,
que con múltiples operaciones la transformaré en toda una eternidad inconcebible,
cálculos donde la cifras se escapan de la pantalla de la calculadora en circense cortejo.

Dame los desvelos de tus tres últimos días, que yo, en un lienzo de brisa,
los transforme en semanas de sonrisas, una restauración precisa y caótica.

Muéstrame tu ventana solitaria, que la inundaré de soles,
astronómica recreación de universos profundos  y extinguidos.

Dame sólo dos palabras para que yo desvele tus secretos jeroglíficos
con traducciones y traslaciones elípticas de conceptos.

No me des otra cosa que no sea el mapa cierto del laberinto en el que habitas.
JcS

martes, 5 de julio de 2011

Variaciones

#1
Serénate impaciencia,
guillotina tu propio yo
y acógete a la velocidad del caracol.

Serénate impaciencia y obedece
a esta razón que me gobierna y me domina.

Arranca las páginas del libro de poemas,
armas cargadas de vanos sueños,
refúgiate en los números y los cálculos,
en las leyes y las fórmulas.

Despierta ilusa impaciencia
pues sabes que larga es la espera,
y en cada segundo se hacen infinitos los siglos.













#2
Desbócate impaciencia,
y desoye a la razón que tiraniza,
pues cada instante debe ser apurado
como el último sorbo de la copa,
como la última calada del cigarrillo.

Desbócate impaciencia,
desintegra las fronteras
de lo calculado y lo impuesto.
Desobedece al reloj que marca las rutinas
y estalla en supersónica escapada.

Que los segundos no te atrapen,
y seas tú quien devore al tiempo en su constante fuga.
JcS

lunes, 4 de julio de 2011

Instante

Ignorando leyes gravitatorias
asciendo hasta la nada
para descomponerme en ella.
Me pierdo en la amplitud de un pensamiento absurdo.
Renuncio a la existencia
convencido de lo inútil de la permanencia como fin.
No pensar para no existir,
no existir para no sentir.
Dejo que todo se desvanezca,
que se diluya,
el vacío en el vacío,
¿la nada o la plenitud?
Apenas dejo un rastro de cenizas
...y vuelvo a empezar de nuevo.
JcS