que arrastre tras de mí un universo que no funciona,
y lo abandone todo en la espiral de un agujero negro.
Si tengo que desaparecer, dejadme que invente antes
un gigante ventilador
con función extra: “desmontar
imposturas”.
Dejadme dar un triple salto mortal sin red
para que entre el
asombro y el redoble
domine con mi suerte los temores colectivos.
Si tengo que claudicar,
dejadme al menos que componga
mi propio y prosaico Waterloo.
Si estoy condenado a no existir,
dejadme que sea inútil bala de cañón
disparada apenas un minuto antes de la profetizada derrota.
disparada apenas un minuto antes de la profetizada derrota.
JcS