Incauto
despierto (al drama objetivo)
apenas 4 km después
de representar:
“nos falta pista de baile para bailar tu canción”.
Falta la auto-indulgencia
sobra la consciencia de las distancias.
La noche se ha desdoblado sobre mí,
que de original ángulo poliédrico aparezco bidimensional
e invisible,
respiro entre pesadillas
de gama multicolor y pantallas táctiles.
Recuperamos los ’80 que no fueron tampoco nuestros,
pero renegamos del final de siglo
y de los 2000, convencidos de la unicidad.
Un cigarrillo sucede al otro,
una mano sustituye a
otra
un vacío de raíz
materialista (así definen los resentidos)
ocupa el espacio de los órganos
y la perpectivas varían
en cada paso erroneo o acertado,
en cada fogonazo de luz.
Camino o me deslizo,
en rutas periféricas,
lágrimas o lluvia
evocando replicantes,
cada día, cada noche
sin voluntad de arrepentimiento.
esperando el próximo
abandono a la música.