quizá materia semejante,
cuasi idéntica formulación química
con imperceptible variación
en la disposición de partículas.
La misma sabia corrosiva
que circula por las venas,
el mismo enredo de nubes
fabricante de relámpagos.
De no ser así,
¿cómo podrían provocar dolor igual,
igual conforto, igual derroche de pasiones?
De esta indeseada y a veces negada
semejanza,
se origina la confusión en las certezas,
la desorientación de los amantes.
Odio, amor, gemelos zodiacales,
signo de doble rostro
en matemático y métrico equilibrio,
bifaz de placentero corte.
El odio es dulce,
el amor amargo,
invertir los adjetivos
no es causa
de semántico estrago.
Del amor al odio hay sólo un subatómico paso.
JcS
Y del odio al amor también. Sólo un paso. Sólo un beso de distancia (cantaban The Rolling Stones...)
ResponderEliminarUn beso o 2 #
dicen que del amor al odio hay un paso, en tu poema subatómico, yo pienso que del odio al amor, hay un abismo subatómicamente infinito.
ResponderEliminarUn abrazo.