De universos ilegibles para los otros
compongo días de insólita duración.
De deseos marchitos que nacen muertos
en el vientre de las horas,
lleno instantes de soledad y azufre.
Añoro lo que no poseo,
renuncio a lo que me fue dado sin merecerlo.
Maldigo la genética o adquirida
pasión prohibida y destructiva,
proscrita en el manual de moralidad hipócrita.
Y no quiero conceder tregua
al respiro y al alivio, porque quiero
que dominen el desasosiego y la ausencia.
JcS
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