sorteando tazas, platos, ceniceros,
en tímida conquista del espacio
que ocupan la indecisión y la duda.
Atento yo a tus movimientos,
finjo divagar sobre libros
y misterios, sobre poetas,
teóricos y constelaciones ignotas,
alargando en demasía el derribo
de los muros de mi teatral indiferencia.
Ante el riesgo de que desistas,
consciente de mi torpe estrategia,
enmudezco, tomo tu mano
y la guío hacia mis labios
con temblores y caricias.
Me asombro entonces
de que el mundo no se detenga,
de que todos estos extraños que nos rodean
no sepan, que entre tu timidez y la mía
se ha tendido un puente de manos entrelazadas,
de nerviosas y susurradas frases de entrega.
El planeta sigue en su traslación constante,
mientras a tu sonrisa y mi sonrisa
sólo las separa
el humo de dos cafés.
JcS
me gusta
ResponderEliminarPrecioso, un momento para que esferas propias se detengan, mientras lo mundano es un observador poco atento.
ResponderEliminarPulgares arriba!!
Aunque el mundo siga su curso, para ellos se ha detenido.
ResponderEliminarQué poema tan hermoso Julio!
Un beso o 2 #
a tu sonrisa y a la mia las separa una nube de humo que parece no querer irse..
ResponderEliminarQue bien has captado el momento y que bien has detenido esa maldita traslación constante en tus versos.
ResponderEliminarBravo Julio.
"El planeta sigue en su traslación constante,
ResponderEliminarmientras a tu sonrisa y mi sonrisa
sólo las separa
el humo de dos cafés..."
Vengo por tu casa desde la casa de Eleanor S.
Y quedo encantado amigo, encantado de lo que me encuentro...
Te sigo de cerca...
Saludos y un fuerte abrazo,
Db.
Exquisito..
ResponderEliminar(el poema y tu blog)