De trazar la línea roja del cambio
siempre se encargó el mes de marzo
por una simple cuestión de fechas y de plazos.
Números que hacen de un día, el día,
el momento tantas veces repetido
donde sucumbimos al humano y cómico engaño
de afirmar:
“a partir de mañana, todo será diverso”.
Poco después, víctimas de la pereza,
de cierta impotencia o del simple hecho de ser,
copiamos y distorsionamos a Lope:
Mañana cambiaremos, respondía,
para lo mismo responder mañana.
Quizás sea la coincidencia
con el cambio de estaciones dispares,
quien da solemnidad a la cuestión,
otorgando a tal día carácter de final de ciclo.
Quizás sea que la suma de años no es consoladora
a pesar de otorgar sabiduría
y por ello necesita
de sus propias trampas.
En la realidad, en esa
realidad inexcusable,
palpable y liberada de febriles batallas,
sólo es necesario el pensamiento sosegado,
aquel que otorga el paseo solitario,
para darse cuenta que todo cambia en cada paso.
Cinco metros atrás son ya pasado,
una mirada hacia el final de la calle
es ya futuro,
y esto, sin necesidad de rotuladores rojos,
páginas marcadas,
o programadas revoluciones para un día de marzo.
JcS
Un día de marzo; pero también uno de abril, mayo, junio y así...
ResponderEliminarMe gusta mucho.
Te quiero más, aún.
Un beso o 2 #
Divino marzo de brotes tiernos.
ResponderEliminarMalogrado marzo de Marte siervo.
... y cómo pasa el tiempo.
Una entrada que me hace pensar.
Un abrazo
un paseo delicioso. Un abrazo
ResponderEliminarTe he visto; escribías este poema mientras tus pies se desangraban por el roce del asfalto, todo muy cansino y lento...pero bello.
ResponderEliminarTambién fumabas y si no fumas me da igual, yo me lo invento.
Un abrazo Julio.
Buen final. Me ha gustado!
ResponderEliminarY siendo conscientes de esa certeza seguimos marcando fechas, que prometen, que auguran, que pronostican. Si no fuera por marzo y ese futuro con marcas rojas, si no fuera por ese ''mañana'' no entenderíamos como vivir el ahora.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo, un paseo revelador.
Pulgares arriba¡¡
nos golpea el tiempo a patadas infinitas
ResponderEliminarCuanta razon tienes.
ResponderEliminarPero esa perspectiva de cambio que insistimos en afirmar de cada dia, es a veces cansona.
Pasear por pasear es a veces placentero.
Saludos.