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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cien soles eléctricos

















Bajo la sombrilla de Chéjov,
en jardines de cerezos,
las líneas desenfocadas se presentan
claras y entendibles
ante la lupa de la escena.
La ficción se convierte en la llave
del entendimiento
para los días vividos, 
para las futuras tramas.

Esta realidad confusa, madeja de caos, escrita
en garabatos de tintas múltiples,
se ordena y se muestra pura,
desnuda e intensa,
real y doliente,
bella.

De la particularidad nace la teoría,
del hecho nace la idea,
del tú nace el nosotros
para el sí o para el arrepentimiento,
para la mortificación
o para el medido éxtasis.

A la luz de cien soles
eléctricos, escondido en los diálogos
de salón,
descubro, descubres, descubrimos,
un manual
que no habla sólo de supervivencia,
que habla de una promesa
con palabras ciertas,
con silencios reveladores,
con mutis por el foro,
con aplausos finales.
JcS

lunes, 5 de noviembre de 2012

Voz muda

Para Ana, a quien siempre echaré de menos 
 

Ahora de tu silencio
haré canto de desconsuelo,
lamentación bíblica 
por las ciudades caídas.

Tus palabras,
talladas en el viento,
logran ocupar otra memoria
más allá de los días compartidos.

Las lluvias de otoño no te reconocen
pues tú cuajas primaveras
con vocacion de eternas,
mientras, mis esperanzas se congelan
en inquebrantables inviernos.

Tu voz, muda, halla reposo en mis adentros
mecida por la pena.
Tu callada lengua descifra los enigmas 
de las construciones ideales
dejándome sumido en un purgatorio de preguntas.

En las horas que me queden
inundadas de recuerdos
buscaré hallar caminos no trazados
siguiendo tu sombra
tejida de luciérnagas.


JcS 

domingo, 9 de septiembre de 2012

Disciplinas para conocerte


Si del comportamiento 
de la materia y la energía,
la mecánica cuántica
es explicación exacta,
seguro que serviría para descifrar
tus vaivenes y viajes de ida y vuelta,
tus transformaciones en el espacio
tiempo, tus múltiples dimensiones.

Si la teología sobre el dios que no conozco
es búsqueda y explicación mística,
quizás me sirva para desvelar
tus misterios últimos,
epistemología de tu persona.

De la astronomía, 
que busca infinitos espacios,
universos ignotos,
haré herramienta para medir tu lejanía
que te coloca a años luz
de mi entendimiento.

La formulación química
puede describir
la clave de tus extrañas
combinaciones moleculares,
tus imprevisibles reacciones
a mi sustancia.

Pero es solo con la poesía,
con este brotar de letras, palabras y frases
como quiero conocerte
y que tú me conozcas.
JcS

lunes, 3 de septiembre de 2012

Rencor, verdad, olvido y cura


 












Si a la visceral guerra y rendición
de los sentimientos y el placer  
no le sucediese la reconstrucción cicatrizante
el absurdo maravilloso no tendría sentido,
ni su continuidad, sea lógica, ilógica o a medio camino,
sería posible.
Esta realidad,
plena de significados
apuntados en esquivos y seductores significantes,
tiene en el “volver a empezar”
su medicina y su promesa.
La pasión y el olvido conforman
la correcta y más humana alternancia,
lo demás,
pura cosmética barata nacida de la hipocresía
y la sonrisa falsa,
miedo a la soledad y al abandono.
De lo dicho y de lo sentido
no surge culpa ni arrepentimiento,
en el silencio está el origen de la necrosis última.
Santo, santo, santo, repite Ginsberg,
santo lo romántico y lo obsceno,
santa la verdad que hiere, sangra y cura,
santo el rencor que nace del desengaño,
santo el hombre que ve la miseria
como punto de partida.
JcS

miércoles, 15 de agosto de 2012

Declaración de principios poéticos, guerreros y sentimentales


 












Declaro,
la inexistencia de una poética de la justicia
pues justicia es un término viciado
en poder de los mercachifles.
Creo en una poesía delictiva y en constante fuga
que desorganice, rebele y alborote este estatus
de privilegiados y sufrientes.

Declaro,
que la tentación de abandonar la escritura,
por el deseo de ajustarse a la norma complaciente,
se derrumba ante la percepción de un cosmos.
donde la existencia es prosaica, rígida y previsible
sin versos que desvirtúen, reformulen y permitan el desorden
emocional y necesario.

Declaro
que en el caos se conjugan las historias,
que la cónica espiral es la forma perfecta.
Promulgo que en la contaminación está la clave,
en el kibutz del desierto reside la audacia.
Reitero el tópico de la locura como andamiaje
de la frágil y aceptada cordura.

Declaro,
la guerra de los desarmados,
del verso contra la cifra,
de lo “fieramente humano” contra lo estadístico y recomendable,
de lo simple y efímero contra profecías de paraísos
en mundos futuros,
del ahora contra un mañana que quizás no sea,
el microsegundo en desafío al engañoso eterno.

Declaro,
la completa inutilidad de la poesía
en tu mundo de planes y horarios,
acepto y confirmo su valor incalculable en el mío,
concibo nuestras vidas como universos distantes y en deriva,
nunca tangentes,
y versifico tu racional rechazo a mi invasión natural.

Declaro,
solemnemente y con perjurio,
la culpabilidad de mi mano por su escasa dedicación a la escritura
más no dudo que las culpables son las tuyas
que anduvieron entreteniendo al ingenio
con gestos de desaire bajo apariencia de promesas.