A Daniel Zamudio (Chile), víctima del odio y la ignorancia
No hablemos
de la belleza de las nubes,
no seamos por un día poetas de la creación
ni conjuguemos todo el celeste material poético.
No hablemos de
estaciones y de estados
del alma y del ánimo.
Escribamos poesía no sentimental.
Hablemos
de la realidad que irrumpe,
sin importarle los protocolos y los rangos,
de la crueldad de unos pocos (imbéciles), del dolor de
muchos,
del grito silenciado, del miedo que empequeñece,
del grito que se impone, del coraje de inesperados héroes.
Hablemos
del diferente, que nunca lo es, del aparente normal
que crea diferentes en su ignorancia,
del rostro dulce, del nazi estúpido.
Hablemos
del que explota y del explotado
que calla y obedece hasta la toma de palacios,
de la montaña rusa,
de la azotea y de la alcantarilla,
de la vida que es maravillosa,
de lo mierda que es el mundo algunas veces.
JcS