[debieron dejar el esqueleto humeante, atizando los rescoldos cada nuevo día]
bajo rascacielos dispersos, hoy persigo el sol de enero,
en esta ciudad aprendiz de skyline
que no conoció a Richarson,
ni Adler & Sullivan,
que no tuvo Eiffel ni Le Corbusier
porque fue castiza,
pero tuvo Gran Vía
de Palacios, Zuazo y Otamendis
y ahora tiene cuatro patas de banco, erráticas y en fila india,
de 250 metros cada una.
En metrópoli fueron los 80 quienes la convirtieron
con movida más irreal y mítica que el vellocino de oro
después de cuarenta años de siesta intranquila
como capital de régimen, con escoriales sucedáneos,
ministerio del aire precedido de arco triunfal.
Yo de todo eso no sé nada
porque aprendí la ciudad en los 90.
Ahora está hueca por megalomanía,
es suicida involuntaria con la soga que tendieron
los amos del presupuesto,
y remataron con el bastón de mando
en manos de la legionaria cristiana.
Aquí donde el avispero humano se dispara
en las altas horas,
millones buscamos soles de medianoche
y el asfalto y el granito son alfombra para los pasos
de Huertas a Malasaña,
de Latina a Chueca.
Las historias de una sola noche
son incontables, como todas las ediciones juntas
de Las mil y una,
tantas que llenarían las salas de la Alejandría sumergida.
El vómito de un adolescente
adorna un muro art nouveau
donde se pervierten los autores.
Y entre Carretas, Espoz y Mina y la calle de la Cruz
los guiris se atiborran a mejillones y paellas,
mientras yo en el Melibea añoro viejos tiempos,
como si eso se pudiese hacer ya desde la treintena.
Un mural de esqueletos y desnudos
pudiera ser metáfora acertada
entre vinos, cañas
y cigarrillos, ahora, estos, de puertas afuera.
Me has vuelto a dar ganas de regresar otra vez y de empezar a disfrutarla de nuevo. Madrid, ciudad invivible pero insustituible.
ResponderEliminarJulio:
ResponderEliminarLlegué por casualidad, pero me llama la atención que justo estoy a punto de viajar a Madrid, ¿deberé tomarlo como una señal?
En fin, me ha gustado tu blog, aquí me quedo.
Un abrazo.
HD
Me sugieres que no vaya cuando esté por Barcelona... (allá en septiembre/octubre...) ?
ResponderEliminarUn beso o 2 #
Por nada del mundo dejes de venir, quiero tanto a mi ciudad que hasta las cosas malas en ella me parecen necesarias (a excepción de sus nefastos gobernantes.
Eliminartoda una disección de Madrid desde tu voz serena. Me ha gustado. Un abrazo
ResponderEliminarSí, esto es un abrazo y un ven amigo que te muestro lo bello, lo verdadero, lo cierto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonita oda a una ciudad, supongo que yo o hago a menudo con Granada. No sé si tan bien como tú ;)
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